miércoles, 21 de diciembre de 2011

Érase una vez

Erase una vez una niña que creía en los cuentos de hadas. De pequeña había leído tantos cuentos en los que la princesa conocía al príncipe ideal, se casaban, tenían una familia y eran felices que se convirtió en su sueño. La niña creció en una familia en la que se alimentó ese sueño de la familia ideal y vivía feliz. Sus padres, sus hermanas, sus abuelos y sus tíos colmaban la felicidad y su infancia fue lo que toda niña habría deseado.

El tiempo pasó y esa niña fue dándose cuenta de que a su alrededor las cosas no iban siendo tal como las había soñado. Que esos padres idealizados tenían sus fallos e incluso en ocasiones la educación que ellos habían recibido de sus padres e inculcada a ella y sus hermanas perjudicaba las relaciones fraternales. Que cada hermana hacía su vida construyendo su propia familia y que ellas habían logrado romper esos vínculos fuertes que se establecen cuando eres pequeña con tus padres y hermanos. Que ellas crearon su vida logrando asimilar las imperfecciones y consiguiendo individualidad. Pero que esa niña no logró tirar hacia adelante, que se quedó anclada en el sueño de una gran familia rodeada de felicidad y en la utopía de tener una familia propia.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Que lo tuyo y lo mío me huele muy bien

Me ha dejado un beso y un abrazo...
Me ha enseñado su ciudad por dentro...
Estuvimos juntos en la fuente...
Esa que si bebes siempre vuelves...




martes, 13 de diciembre de 2011

Tempo perduto

Dolcemente dormiva la mia Clori e intorn'al suo bel volto givan scherzand'i pargolett'amori. Mirav'io da me tolto, con gran diletto lei, quando dir mi sentei: stolto, che fai? tempo perduto non s'acquista mai. Allor io mi chinai così pian piano e baciandole il viso, provai quanta dolcezz'ha il paradiso.



En algún momento te lo preguntarás, algún día lo pensarás... 
El tiempo perdido en vez de aprovechado en risas por una falta de madurez.
Stolto, che fai????

domingo, 11 de diciembre de 2011

Una noche la tristeza se irá sin avisar...


Caen mi lágrimas al mar 
tu no me veras llorar 
y es que solo tu alegría
amansa mi dolor 
y así yo sé lo bello que es vivir

Cuando pienso que te has ido...

Hace tiempo escribí una entrada con este mismo poema. Pero hoy cobra un significado especial... En todo estás y tu eres todo, si cantas eres tu que cantas -si tocas eres tu que tocas-, eres la estrella que brilla -que siempre será Júpiter...

Cuando pienso que te has ido
negra sombra que me asombras
al pie de mis cabezales vuelves haciéndome mofa

cuando me imagino que ya te has ido
en el mismo Sol te me muestras
y eres la estrella que brilla
y eres el viento que silba.

Si cantan eres tú que cantas,
si lloran eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.

En todo estás y tu eres todo,
para mí y en mí misma moras,
ni me dejaras tu nunca
sombra que siempre me asombras

Rosalía de Castro

sábado, 6 de agosto de 2011

Blanco y negro

Te regalo mi amor te regalo mi vida
A pesar del dolor eres tu quien me inspira
No somos perfectos solo polos opuestos
Te amo con fuerza te odio a momentos…



Si solo a tu lado puedo llorar y reír al sentir tus caricias...


sábado, 19 de febrero de 2011

Es un placer

En un día gris, lluvioso... ¿por qué no?

Hacerlo parado fortalece la columna,
boca abajo estimula la circulación de la sangre,
boca arriba es más placentero,
hacerlo sólo es rico, pero egoísta,
en grupo puede ser divertido,
en el baño es muy digestivo,
en el auto puede ser peligroso...
Hacerlo con frecuencia
desarrolla la imaginación,
entre dos, enriquece el conocimiento,
de rodillas, resulta doloroso...
En fin, sobre la mesa o sobre el escritorio,
antes de comer o de sobremesa,
sobre la cama o en la hamaca,
desnudos o vestidos,
sobre el césped o en la alfombra,
con música o en silencio,
entre sábanas o en el closet:
hacerlo, siempre es un acto de amor y de enriquecimiento.

No importa la edad, ni la raza, ni el credo, ni el sexo, ni la posición económica...


... Leer es un placer

jueves, 17 de febrero de 2011

Qué paseo de noche

Por ti, por lo que nos recuerda, por tu capacidad de calmarme...

¡Qué paseo de noche
con tu ausencia a mi lado!
Me acompaña el sentir
que no vienes conmigo.
Los espejos, el agua
se creen que voy solo;
se lo creen los ojos.
Sirenas de los cielos
aún chorreando estrellas,
tiernas muchachas lánguidas,
que salen de automóviles,
me llaman. No las oigo.
Aún tengo en el oído
tu voz, cuando me dijo:
“No te vayas”. Y ellas,
tus tres palabras últimas,
van hablando conmigo
sin cesar, me contestan
a lo que preguntó
mi vida el primer día.
Espectros, sombras, sueños,
amores de otra vez,
de mí compadecidos,
quieren venir conmigo,
van a darme la mano.
Pero notan de pronto
que yo llevo estrechada,
cálida, viva, tierna,
la forma de una mano
palpitando en la mía.
La que tú me tendiste
al decir: “No te vayas”.
Se van, se marchan ellos,
los espectros, las sombras,
atónitos de ver
que no me dejan solo.
Y entonces la alta noche,
la oscuridad, el frío,
engañados también,
me vienen a besar.
No pueden; otro beso
se interpone en mis labios.
No se marcha de alli,
no se irá. El que me diste,
mirándome a los ojos
cuando yo me marché,
diciendo: “No te vayas”.

Pedro Salinas

martes, 8 de febrero de 2011

Regreso

Mucho tiempo de silencio. Mucho tiempo sin decir nada. ¿El resumen de este tiempo? altibajos. Cosas buenas, cosas malas. La vida misma. Me encantaría encontrar una luz, me encantaría poder decir que encontré una estabilidad. Tengo que volver a empezar y no sé donde buscar los ánimos. Bueno, si lo sé, en mi. Tengo que aceptar que hay cosas que nunca podré tener, cosas que consideraba básicas en mi vida.

Mis tres objetivos de este año: Un deseo, trabajo digno. Un propósito, felicidad. Un sueño, creer en la familia.