
La lluvia puede aportar dos cosas. Por un lado está la parte melancólica, triste y nostálgica con todos los pesarosos recuerdos que puedan venirnos a la cabeza. Pero en otro lado está la serenidad, la implicación de todos los sentidos...
Me gusta estar en casa cuando llueve y notar como las gotas golpean el cristal. Es momento de escuchar su sonido. Únicamente eso, cerrar los ojos y escuchar. Poco a poco la respiración se va acompasando y todo es tranquilidad. O bien es momento de coger un libro y disfrutar de una buena lectura.
Me gusta el olor a tierra mojada, me gusta sentir el aire limpio, me gusta ver esos colores tan vivos que deja la lluvia.
Me gusta acostarme por la noche y oír llover, acurrucarme entre las mantas e ir poco a poco quedándome dormida.
Me gustan los besos bajo la lluvia.
Pues ya somos dos! la lluvia es una necesidad también, pero cuando es continua a veces quieres que pare por cansancio, por día gris y por melancolía... Besos.
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