Y el silencio llama a mi puerta,
lo único a lo que me puedo aferrar se llama soledad,
me abrazo a unas ausencias, el dolor no tiene piedad
y las lágrimas acuden sin pedir permiso..
lo único a lo que me puedo aferrar se llama soledad,
me abrazo a unas ausencias, el dolor no tiene piedad
y las lágrimas acuden sin pedir permiso..
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