lunes, 22 de diciembre de 2008

Mi abuelo

Nunca pude escribir sobre ti. Me dolía demasiado. Y me duele.

Lo único que puedo hacer es darte las gracias por todos los años que hemos podido disfrutar de tu presencia, de ti. Cada sonrisa que nos dedicabas en los últimos momentos nos demostraste que eras feliz entre nosotros.
Recuerdo cuando nos llevabas sobre tus hombros y hasta que no aparecías ninguna nos movíamos del cuarto de estar, cuando tirabas del cochecito blanco -que todas usamos hasta que se le doblaron las ruedas- para pasearnos por el campo. Y. cómo no, cuando nos llevabas al colegio y nos comprabas maíces.

Te quiero por tu sencillez, por la forma que tenías de pedirnos las cosas que necesitabas, por estar conforme siempre con todas las cosas, por tu genio que a veces nos sorprendía, por ser como eres. Para mi eres presente y tu cumpleaños algo vivo.

Campbel

No hay comentarios:

Publicar un comentario